Pensar, soñar, imaginar y hasta sentir igual que otra persona en el mismo tiempo, para muchos podría ser resultado de la casualidad; pero cuando sucede tan a menudo y a pesar de la distancia y el espacio, te das cuenta que la casualidad no es tal, sino un extraordinario Plan Perfecto y que entre más pasa el tiempo… más te unes a esa persona.
Me encanta vivir este tipo de experiencias y más aún comprobar una y otra y otra y otra vez que esto forma parte de la misma esencia del ser humano que va en búsqueda de su alma gemela, y de pronto, la misma vida teje todos los hilos y mueve todas las piezas para que se encuentren y sigan unidos por el resto de sus vidas.
No hablo de cursilerías. Hablo de acercarte a esa persona que sabes es parte de ti y tu eres parte de ella. Todo tiene su momento, Dios tiene sus tiempos, y tarde que temprano, descubres que todo lo que sucede entre ustedes, tiene su razón de ser.
Envíale hoy a esa persona todo tu amor, toda tu fuerza. Dedícale unos minutos de tu vida. Aunque esté lejos de ti físicamente, cuando hay dos almas conectadas emocionalmente nada ni nadie lo puede impedir y tarde que temprano regresan a su esencia, regresan a estar juntos
¿No crees? Nos leemos la siguiente.