¡Hola INSPIRAD@! ¿Cómo estás? Espero que muy bien.
Hace unos días, tuve la oportunidad de compartir una de mis conferencias, a los líderes de una organización que está en un proceso de gestión de cambio y de reinvención de su marca.
Al final, en uno de los momentos más emotivos de la charla, les preguntaba:
«Si hoy fuera su último día, ¿qué legado dejarían?»
De tan solo pensarlo, a más de uno, le dio un calambre cerebral.
Y no es para menos. Pareciera ser una simple pregunta. Pero vaya que está como para sentarse un ratote a pensar en ella. Sincérate contigo mism@:
¿Qué le dejas a los que se quedan? Y no hablo necesariamente de la parte económica. Tampoco eso de «planta un árbol, ten un hijo y escribe un libro». Sino más bien: ¿con que se quedaría cada persona que se ha cruzado en tu vida?
Brendon Burchard, del que te he hablado en otras ocasiones, propone hacernos tres preguntas claves para tener mayor claridad al respecto:
¿Viví lo suficiente? ¿Amé lo suficiente? ¿Hice la diferencia?
Decía un antiguo maestro y amigo: «todos sabemos que vamos a morir, el problema, es que en el fondo, no nos la creemos».
Imaginemos entonces que sí pasará (eso de morirse) 🙂
¿Qué acciones, vivencias, ejemplos, historias, palabras, aventuras, testimonios, ideas, emociones..le dejarás a tus hijos, a tu familia, a tu pareja, a tu empresa, a tus colaboradores, a tus vecinos…al mundo?
Es tiempo de ponerte en sintonía y de hacer lo que realmente deseas, para seguir creando tu obra que trascenderá en los demás.
Y tú, ¿Ya estás construyendo tu legado?