Hace mucho tiempo Victor Hugo postuló: «Lo que conduce y arrastra al mundo no son las máquinas sino las ideas». Un poco después, el poeta estadounidense Oliver Wendell Holmes lo planteó de manera más práctica: «Estirada por una nueva idea, la mente del hombre jamás recobra su tamaño original».
El poder de una idea llevada a la práctica ya es por muchos conocido. El impacto de un pensamiento bien generado dentro de una buena intención puede traspasar límites y fronteras. Lo sabemos y nos maravillamos (algunos hasta lo envidian) de cómo los demás han creado sus vidas e imperios en base a sus ideas, pero pocas veces nos sentamos a pensar en las propias.
Este fin de semana, tuve la oportunidad de conocer a ciertas personas que están haciendo que el mundo sea mucho mejor que como hasta ahora. Con una excelente propuesta llamada La Ciudad de las Ideas y bajo el slogan «No creas todo lo que piensas», a celebrarse en noviembre en la ciudad de Puebla, desean por medio de un encuentro masivo con grandes líderes de opinión e intelectuales, transformar la cosmovisión de los participantes, creando una regeneración en su forma de pensar y actuar, para poder tener individuos no sólo más informados, sino también con la creatividad para generar soluciones en su vida y de esta forma, impactar positivamente a los demás.
Sabemos que en pleno siglo XXI, las sociedades más desarrolladas son las que apuestan por la creatividad, la investigación y la innovación. Y precisamente, las personas con alto nivel de conciencia son las que crean nuevas estrategias de éxito, investigan sobre lo que les puede aportar en su crecimiento y sobre todo están constantemente innovando para lograr regenerarse y ser mejores seres humanos.
Me pareció bastante interesante el evento y por eso no dudé en compartírtelo. Pero ojo, aquí no se trata de si estamos de acuerdo o no con todos y cada uno de los ponentes, ni tampoco que pienses igual que ellos o que necesites convertirte en un intelectual para ser feliz.
Aquí lo importante es que, eventos como éste, nos recuerdan lo importante de meditar en nuestra vida, sobre cómo miles y miles de mitos y prejuicios (muchos de ellos que ni nos hemos dado cuenta cuando nos los programaron) nos han atado a lo largo de los años, impidiendo nuestra libertad.
Es momento de dejar de ser marionetas de las circunstancias, dejar de quejarnos o echar culpas a los demás, y poder crear nuestra propia realidad, construyendo una historia positiva a pesar de la adversidad.
Estas palabras, no son nisiquiera una una invitación para el encuentro de La Ciudad de las Ideas, son más bien una invitación para desempolvar esos valiosos pensamientos guardados en el baúl de los recuerdos y hacer que sucedan en el apasionante mundo real.
De cualquier forma, si quieres conocer más sobre el evento y su justificación entra en http://www.ciudaddelasideas.com/
David Montalvo
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