Hoy fue un día mágico. Te estoy escribiendo desde la Ciudad de México y en tan sólo UN DÍA, en menos de 24 horas me han pasado cosas que muchos podrían calificar como «curiosas», «extrañas» o simples «casualidades». En mi caso, prefiero pensar que la sincronía de la vida las ha permitido y que son piezas del rompecabezas de mi historia que se empiezan a unir misteriosamente.

Tal vez no es el momento adecuado para «soltar toda la sopa», por lo cual no quiero adelantar nada, pero quédate seguro que poco a poco iré platicándote sobre los impresionantes (porque no hay otra palabra) milagros que me han estado sucediendo. Tarde que temprano lo estaré compartiendo.

Lo que sí te puedo decir YA (e inclusive lo siento como una obligación y compromiso) es que no hay mejor secreto para crear la vida que queremos que dejarnos fluir, dejarnos llevar; cuando somos capaces de hacerlo, el universo se encarga de colocarnos todo lo necesario para cumplir nuestra intención y misión personal.

No bloquees la energía, no trates de forzar las cosas. Todo tiene su tiempo y momento perfecto.

Hoy conocí personas que estoy seguro formarán parte muy… muy importante en mi historia, y que tienen mucho que enseñarme. Pero lo más increíble es que justo pasó cuando tenía que pasar, no antes ni después. Ahí radica la magia.

Déjate fluir, teniendo una intención clara de lo que deseas, pero dejándote acariciar por la vida, que te va mostrando amorosamente el camino que hay que seguir.
David Montalvo
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