¡Qué maravilloso es recibir sorpresas! Esos detalles inesperados que llegan de pronto y te refrescan la vida.

Estoy a favor de las sorpresas, y más cuando son positivas, creativas, alegres y con toda la intención de hacer sentir bien al otro, de llevarlo a una frecuencia más elevada de lo normal.
Lo mejor de todo, es que los dos entran a una dimensión de alegría, tanto el que la hace, como el que la recibe.

Ayer recibí una sorpresa. Era un simple mensaje, de una persona muy especial, pero sinceramente, me encantó. No me lo esperaba y me alegró mi día más de lo normal.

Decidí «regresar el detalle» e hice lo mismo con la gente que quiero. Un sólo mensaje de texto, a ciertas personas, fue necesario para comprobar una vez más, cómo una palabra puede hacer la diferencia.

Hoy es el mejor instante para que le regales una sorpresa a esa persona que quieres o que tal vez, ya extrañas. Recuerda que por algo estás leyendo esto.

Un mensaje, un mail, una llamada, un dulce, un «buen día», un «te quiero», un «te extraño» o un abrazo no solicitado, pueden ser extraordinarios detalles.

Abre tus ojos y descubre que hay muchas personas, a las que les puedes alegrar su día, con una simple y sencilla ¡SORPRESA!
¿No crees? Nos leemos la siguiente.

Mi Carrito0
Aún no agregaste productos.
Seguir viendo
0