Las mejores compañías del mundo utilizan un exhaustivo proceso de reclutamiento para contratar a los mejores elementos. Y no es para menos. Si quieren llegar lejos deben de rodearse de personas dispuestas, en cuerpo y alma, para buscar los mismos objetivos que persigue la organización.
Dentro de esa selección, existen muchos parámetros, para saber si el candidato a entrevistar cuenta con las habilidades y el perfil que busca la empresa. Muchas veces no queda el más inteligente, ni el de mejor preparación académica, ni el que proyecta mejor imagen. Cada compañía tiene su propio y respetable esquema. Pero definitivamente, todas tienen algo muy claro al momento de contratar: Buscan lo mejor.
¿Quienes integran la empresa de tu vida? ¿Tienes a tu lado a los mejores elementos? ¿Consideras que te rodeas de personas que te enseñan, te retan y te impulsan a dar lo mejor de ti? ¿Quienes están a tu lado son seres humanos positivos, amorosos y dispuestos a apoyarte en cualquier momento?
Si no es así, no es culpa de nadie; ni el destino, ni Dios, ni la vida se han confabulado para hacer un complot en tu contra al mandarte personsa conflictivas, complicadas, negativas, manipuladoras, o amargadas.
Ahí más bien las preguntas que debes hacerte son: ¿Qué estoy generándome? ¿Qué tanto me he ocupado de aumentar mi frecuencia positiva de pensamiento para atraer lo mejor? ¿Por qué o para qué decidí que entraran a mi vida ciertas personas que no fueron la mejor opción? ¿Qué me enseñaron?
Y la mejor de todas: ¿A quién debo de dejar ir?
Hay personas que en verdad se vuelven muy tóxicas en tu vida y hay otras muy valiosas, a quienes probablemente no has querido abrirles las puertas. Es indispensable tomar decisiones para seguir creciendo.
Recuerda que lo semejante atrae a lo semejante. Si no te gusta del todo el grupo de personas que rodean tu vida piensa seriamente en que probablemente es un asunto más tuyo que de ellos. Y que al final, tú eliges la vida que quieres tener y las personas que deseas formen parte de ella.
Híjole David, más que tus artículos, tus palabras siempre llegan en el momento preciso… Porque precisamente muchas veces no sabes si quedarte en la vida de alguien o sobre todo saber irte porque es lo correcto.
Muchas gracias por escribir este tipo de cosas que nos hacen reflexionar como siempre.
Un saludo desde Cd. Juárez.