Tu éxito empieza a morir cuando empiezas a justificar tus acciones con la famosa frase de: «Así soy yo».
Si no te gusta lo que ves o lo que tienes, hay algo que debe de cambiar. (Por más que te quieras creer el cuento de que «así eres tú»). Tarde o temprano, todos pasamos por momentos de quiebre que nos indican que es importante hacer las cosas diferentes.
Incluso importantes compañías y organizaciones se han topado cara a cara con situaciones de crisis que las han colocado en desbalance. Afamadas empresas como Starbucks, Coca-Cola, Mcdonald´s, General Motors, Apple, por mencionar algunas, se han visto en la necesidad de tomar drásticas pero importantes decisiones para salir del atolladero en el que se encontraban.
La buena noticia es que después de la adversidad siempre nos llega una invitación directa y sin escalas: Rediseñar la vida. Siempre es buen momento para reinventar el camino y replantear el rumbo. Si esas empresas dejaron a un lado su ego y lo hicieron para salir de sus crisis y generar utilidades ¿por qué no hacerlo nosotros, si lo que está en juego es nuestra felicidad?
¿Qué tal la vida que tienes ahora? ¿Cómo te sientes respecto a las cuatro áreas: física, mental, emocional y espiritual? ¿Cuáles actividades te restan energía y es importante que las dejes de hacer? ¿Cuáles agregan valor y es indispensable que las pongas de nuevo en marcha? ¿Qué precio pagarías si sigues viviendo de la misma manera? ¿Qué podrías ganar si rediseñaras tu vida con algunos ajustes?
Si algo ya no funciona, déjalo de hacer. Si algo te hace falta, inclúyelo, pero retoma el rumbo adecuado hacia lo que realmente quieres.