Cuando alguien tiene miedo al cambio se pone mil excusas para realmente dar el paso, que en su interior, sabe que necesita dar.
Eso es un proceso normal de desapego y desprendimiento, ya que así como tenemos una extraordinaria facilidad para adaptarnos, el ser humano también posee esa característica particular de permanecer arraigado a los mismos hábitos, vicios y costumbres. El darse cuenta y hacerlo consciente ayuda mucho a que dicho proceso de ir evolucionando sea mucho más sencillo.
El verdadero problema se origina cuando alguien está tan estancado en lo mismo, que prefiere la monotonía de su zona de confort, en vez de explorar, estirar su liga y romper sus propios límites.
La frase que más he escuchado de una persona que está con ese patrón de comportamiento es la famosa «Así soy yo». Y cuando me dan esa respuesta, me encanta contestarles «Así no eres, así te hiciste».
Y es verdad. Lo que somos ahora probablemente esté muy alejado de quien realmente somos en nuestro interior. Es lo que nos fuimos contando y creyendo en base a las experiencias vividas. Ahí es donde tenemos el desafío: conectarnos con nuestra esencia para sacar lo mejor que llevamos dentro. Definitivamente hay que descartar esas palabras de nuestro vocabulario, aceptando en lo que nos hemos convertido, claro, pero también con la firme intención de ir hacia lo que realmente deseamos. Un simple cambio de lenguaje hace una enorme diferencia. En vez de estancarte en el «así soy yo», mejor utiliza «estoy en el proceso de convertirme en quien realmente soy y deseo ser». Eso sería mucho más liberador y positivo.
……………..
¿Ya conoces mi nuevo libro? Chécalo en www.loselefantesnovuelan.com