El tiempo no nos permite olvidar pero sí soltar y seguir. -Anónimo

Algunas personas creen que aferrarse o mantenerse son signos de fortaleza. Sin embargo, algunas veces se requiere más fortaleza para saber cuándo soltar. –Ann Landers

El problema no es caerse, el problema es encariñarse con el piso.

La vida se nubla cuando hay una ruptura amorosa, no alcanzamos a ver lo que nos depara el futuro. Por eso, lo más importante en esos momentos es no perder la esperanza y seguir caminando con la frente en alto, para que poco a poco la luz aparezca y todo vaya tomando el lugar que les corresponde.

No existen atajos, fórmulas matemáticas, recetas secretas o trucos de magia para evitar que duela o para que las cosas cambien de un día para otro. Pero sí existen estrategias para que el tiempo de sanación después del término de una relación sea más llevadero.

Si este proceso se vive con la suficiente madurez emocional, puede dar muchos frutos, como: crecimiento personal, fortaleza interior y sabiduría para no tropezar en los mismos lugares con futuras relaciones.

Existen 5 antídotos poderosos, que te quiero compartir, para vivir el proceso después del desamor y no morir en el intento:

1) Tómate tu tiempo: La mayoría de las personas que acuden conmigo para sesiones de coaching emocional me preguntan: ¿Y cuándo va a acabar esto? ¿Cuándo voy a estar bien? Mi respuesta siempre es la misma: No lo sé. Cada persona tiene su ritmo y su tiempo para salir de las crisis. Claro que ayuda mucho estar haciendo algo por tu interior, eso reduce el tiempo muchísimo comparado con quien no hace nada. Pero sinceramente, no hay prisa. No te desesperes. Aunque sea paso a pasito, pero lo importante es estar caminando. Recuerda, este tiempo es muy valioso para ti, disfrútalo.

2) Piensa antes de tomar decisiones: Cuando hay tormenta, no se aconseja optar por algo. No tomes decisiones precipitadas en estos momentos, no porque no seas capaz, sino por el estado de vulnerabilidad en el que te encuentras. Ya llegará el tiempo en el que estarás “como nuevo” y podrás elegir. Ahorita lo que fueras a decidir, estaría más relacionado con tu emotividad que con tu voluntad e inteligencia.

3) Revisa lo que aprendiste: Las cosas no son tan malas como parecen. Toda historia, por más terrible que ésta haya sido, siempre nos deja un cúmulo de lecciones. Después de la relación que viviste hazte una pregunta con brutal honestidad: “¿Qué aprendí?” Si puedes escríbelo, siempre será mucho mejor. Además, mantente alerta, porque probablemente pasen meses e incluso años y sigas recibiendo aprendizajes de la misma experiencia.

4) Ocúpate: Estar sin hacer nada sólo hace más largo y difícil el proceso. Busca actividades que te reten, que te inspiren, sobre todo algo que tengas mucho tiempo de no hacer y que sabes que siempre te ha gustado. Por supuesto que al principio no tendrás muchas ganas o ánimo para ocuparte, pero es un círculo virtuoso, porque cuando empiezas, el entusiasmo va incrementándose gradualmente. De verdad, es una gran terapia.

5) Si requieres, pide ayuda: Una crisis en compañía siempre será mejor que vivirla solos. Si crees que esta situación te ha sobrepasado y te está limitando a realizar actividades cotidianas (levantarte temprano, dormir bien, comer, ir al trabajo o a la universidad, salir con tus amigos, etc.) es importante que acudas con un profesional para una valoración. Nunca está de más un empujoncito. Recuerda que lo más importante es tu felicidad.

Estoy seguro de que estos 5 antídotos te serán de gran ayuda para la situación de desamor por la que estás pasando. Vale la pena que te des el tiempo y el espacio para aplicarlos en tu vida, ya me contarás los resultados.

Mi Carrito0
Aún no agregaste productos.
Seguir viendo
0