Hola Inspirad@ espero que te encuentres de maravilla. Acabo de terminar la intensa gira de conferencias de este 2016. Estoy plenamente bendecido y agradecido.

Ahorita ya estoy descansando, disfrutando con mi familia. El 2 de enero empiezo con el pie derecho y doy el primer taller vivencial del 2017. ¡Hay que cargar pilas!

Decidí escribirte antes de mi mensaje de cierre de año, para prevenirte de algo IMPORTANTE:

¡Hay un GRINCH en estas fechas, el cual te puede atacar!

Y no, no me refiero al mono verde del Dr. Seuss.

Este es mucho más silencioso (paradójicamente) y la mayoría de las veces ni nos damos cuenta de su presencia.

Este grinch es el RUIDO MENTAL.

El RUIDO MENTAL del «Tengo que» (Tengo que comprar regalos a todo mundo, tengo que ir a todas las posadas, tengo que beberme o comerme todo, tengo que convivir con mis parientes que ni bien me caen, etc.) No, de verdad, NO tienes qué.

El RUIDO MENTAL de la distracción y de la presión social. Puedes ser víctima de estar tan «enfocado» en las cosas que hay que hacer o en el querer quedar bien con todos, que te olvidas de lo realmente importante.

¿Te suena algo como: Quieres quedar bien con todos, pero quedas mal contigo?

El RUIDO MENTAL del sin sentido. Muchas personas viven estos días de manera superficial y como «por encimita», corriendo sin parar; sin detenerse un segundo a valorar las presencias y a recordar las ausencias.

El RUIDO MENTAL de los fantasmas del pasado. «Es que…esa persona me hizo, me dañó, me hirió, me traicionó, me robó…». «Sin él o sin ella, no soy nada». «Antes todo era mejor».

El RUIDO MENTAL del odio, del rencor, de la envidia, de los celos, de la inseguridad.

Por esa razón te propongo algo: Aprovecha estas fechas para hacer ALGO diferente y para estar en SILENCIO (al menos interiormente).

Haz ALGO que nunca hayas hecho en años anteriores, que te rete y que te saque de tu zona de confort, pero que al mismo tiempo te de paz. ALGO que te acerque más a lo que deseas y que te fortalezca.

Pretextos hay muchos. ¡No te dejes llevar!

Haz un alto, separa un espacio en tu agenda y regálate unas horas en estos días.

ALGUNAS IDEAS: puedes tomar un buen y merecido descanso, leer ese nuevo libro que está esperando, escribir todas las bendiciones que has recibido en este año, hacer un retiro espiritual, desconectarte por unos días, compartir tu tiempo en alguna causa social o hasta visitar a ese amigo o familiar enfermo (incluso al estar con ciertas personas, podemos permanecer en silencio interior, en una necesaria introspección.)

Esto va más allá de tus creencias religiosas. Siempre diciembre, es una buena excusa y oportunidad para dejar a ese GRINCH de lado y enfocarnos en nuestro crecimiento.

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