Formamos una sola humanidad, compartimos con los demás lo que somos, pero muchas veces actuamos separadamente, y así es cómo podemos advertir nuestra nobleza y nuestra vileza. -Grace F. Knoche
Somos quienes deseamos ser. Puedes creer o no, y respeto amorosamente tu decisión, pero algo que he visto a lo largo de mi vida y lo reafirmé en una increíble cena que tuve hace unos días, es que nosotros somos responsables no de lo que sucede, pero sí de cómo reaccionamos frente a ello.
En esa mesa, estábamos recordando ciertas anécdotas de la infancia y la adolescencia, algunas más emocionantes que otras, pero en definitiva, haciendo un recuento, cada una ha formado parte importante en el rompecabezas de mi existencia.
La pregunta no se hizo esperar y me dijo mi acompañante:
-Si volvieras a nacer, ¿le quitarías algo de lo que has pasado?
Y a pesar de que, no todo ha sido miel sobre hojuelas, sin dudarlo, le dije: No.
Porque justo todo lo que ha sucedido, (hasta esas situaciones que parecieran malas), forma parte de las decisiones que he tomado y es lo que hoy me ha llevado a estar escribiéndote en esta madrugada.
Ya en la sobremesa, llegó un momento donde guardé silencio e inclusive los ojos se me pusieron un poco brillosos. Wow! Enserio que me encantó recordar los momentos alegres y también cómo poco a poco, se han ido superando todos los obstáculos.
Me encantó recordar que me he dejado llevar por la vida, arriesgándome en todo momento, sin saber lo que me espera. Con esto, no me he ahorrado problemas, pero si he recibido una gran oleada de aprendizaje. Sé que cualquier día podría ser el último, y prefiero vivir al máximo, intensamente y sin arrepentirme.
Hoy te quiero compartir, que me he dado cuenta una vez más, que con las decisiones que tomamos, vamos creando y transformando nuestro futuro.
Definitivamente, tenemos la magnífica oportunidad de escribir nuestra propia historia, a pesar de la crisis, la adversidad, los problemas o situaciones difíciles. La diferencia está en la actitud que tomas frente a lo que te pasa.
Estoy convencido y seguro que todo lo que ha sucedido en tu vida tiene su razón de ser. Todo lo has estado atrayendo, a veces sin darte cuenta, pero también que todo, absolutamente todo, pertenece a un extraordinario Plan Perfecto.
Gracias por formar parte del mio.