Imagínate en tu lugar favorito de descanso.
Siente cómo la brisa fresca te pega en el rostro y te sientes maravillosamente bien. Imagínate en ese lugar que has decidido sea tu «zona protegida» y comienza a recordar.
Recuerda la vez que recibiste un abrazo de la persona amada, cuando estabas bajo una intensa lluvia sin preocuparte.
Recuerda cuando apagaste las velitas del pastel de cumpleaños, cuando un juguete nuevo te hizo sentirte poderoso o cuando te llegó esa carta tan esperada o una llamada sorpresiva.
Recuerda cuando la gente te sonrió y te felicitó por tus logros.
Recuerda cuando te sentiste amado, bajo un brillante sol o un cielo estrellado.
Recuerda cuando escuchaste esa canción que alimentó tu alma, o probaste aquel exquisito bocado del platillo que tanto te gusta.
Siente en estos momentos, lo que vivías cada vez que disfrutabas unas vacaciones desconectado de tu rutina.
En momentos difíciles, es importante evocar el recuerdo positivo y contar nuestras bendiciones. Es importante e indispensable que hagas tu propio álbum mental de bendiciones y de vez en cuando, lo saques a la luz y lo observes con detenimiento.
La vida, a pesar de los problemas, te ha dado maravillosos regalos.
Estar vivo ya es uno de ellos.
¿No crees? Nos leemos la siguiente.