Hagamos un experimento: Toma al azar cualquier día de esta semana. El que gustes, tal vez prefieres lunes, viernes, sábado… haz una breve reseña mental de cómo fue, piensa en lo que sucedió, en si te gustó o si no te gustó, si aprendiste algo nuevo, si fue caótico, frustrante o enriquecedor, ¿qué pasó en ese día?  Sé honesto.

Tengo noticias para ti. Esa reseña que acabas de hacer en tu mente, no sólo representa lo que experimentaste en ese día en particular, sino es un fiel reflejo de cómo está tu vida hoy por hoy. Claro, no pretendo generalizar, pero definitivamente eso que pasaste, sea bueno o aparentemente malo, habla mucho de tu realidad actual, de cómo piensas, de quién te rodeas, de las decisiones que tomas.

Si no te gusta lo que ves en el exterior, es porque hay algo sin solucionar en el interior. Es importante hacerlo consciente, entenderlo y aceptarlo.

«Como es tu día, es tu vida» es más que una frase poderosa, es toda una forma de ver lo que te sucede. Desde hace varios años lo he tenido muy presente y cuando te mueves bajo este enfoque, dejar de echarle la culpa a medio mundo de lo que te pasa y empiezas a hacerte más responsable.

Somos más allá de nuestras circunstancias, y SIEMPRE, es posible, replantear el camino y rediseñar el futuro. ¿Qué hay en tu vida que no deseas, que no quieres, que es importante que sueltes? Por otro lado ¿Qué quieres visualizar? ¿Qué deseas generar? ¿Cómo te gustaría que fueran tus próximos meses?

Date el permiso y el espacio para pensarlo; y recuerda no querer comerte el pastel completo, mejor empieza poco a poco, «un día a la vez», y eso fructificará en una gran semana, en un mes extraordinario, en un año impactante y en una vida digna de ser recordada.