En las grandes crisis, el corazón se rompe o se curte. -Honore de Balzac

Es un error capital teorizar antes de poseer datos. Uno comienza a alterar los hechos para encajarlos en las teorías, en lugar de encajar las teorías en los hechos. –Sherlock Homes

Dicen que después de la tormenta siempre llega la calma. Pero muchas veces en esa calma, uno se encuentra paralizado, inmóvil, con incertidumbre, sin saber cuál camino tomar o cómo empezar de nuevo.

Las crisis personales siempre son las mejores excusas para hacer cambios y para reorganizar la vida. El problema es que muchas veces, después de pasar esa tormenta, lo único que queremos es darle vuelta a la página; pero sinceramente, vale la pena detenerse un poco, no para seguir en el drama o la nostalgia sino para estar dispuesto a recibir todas las lecciones que están detrás de esos momentos difíciles.

Por tal razón, te comparto 4 preguntas indispensables para tomar en cuenta después de haber pasado por algún tipo de adversidad (ruptura, separación, fallecimiento de un ser querido, pérdida de empleo, deudas, etc.)

1) Objetivamente ¿Qué sucedió?: Quítale poder a la situación, o como yo le llamo “desinfla el globo”. Escribe fríamente (sin emotividad) lo que pasó, eso nos ayuda a tener mayor claridad. No pongas toda la novela de si a tu jefe le caías mal y por eso te despidió, de si tu ex pareja no te valoraba, etc. Simplemente escribe lo que es: “Terminé mi relación de pareja” “Falleció mi padre” “Me quedé sin empleo”.

2) ¿Qué aprendí?: Aunque no te guste escribir, este es un buen momento para hacerlo, (inclusive es terapéutico). Búscate una libreta, diario, hoja o algo similar y búscate 5 minutos del día, para que anotes al menos un aprendizaje que te surgió de esa situación. No te preocupes si los primeros días tu respuesta es: “No aprendí nada”. Se vale, pero no dejes de hacer el ejercicio y ya verás cómo poco a poco se te estarán revelando cosas.

3) ¿Cómo puedo integrar ese aprendizaje en nuevos hábitos?: Cuando tengas al menos 5-10 aprendizajes obtenidos a raíz de esa crisis, ahora escribe debajo, cuáles nuevos hábitos necesitas integrar a tu vida. Ejemplo: Si tu crisis fue una deuda terrible después de quedarte sin trabajo, un buen hábito sería comenzar a ahorrar el 15% de tu sueldo para esos tiempos difíciles. Si tu situación fue que terminaste tu relación de pareja por malos entendidos, un buen hábito sería que con tu próxima pareja siempre puedan tener espacios de honestidad y comunicación asertiva.

4) ¿Qué necesito dejar de hacer?: Este punto es mi favorito, porque es lo que más nos ayuda a reinventarnos y a despejar el camino para seguir avanzando hacia lo que queremos. La pregunta es muy clara, pero hay que tomar acción, si hay algo que hiciste en el pasado y que sólo te ha traído problemas, pues muy fácil: “Déjalo de hacer”. Vuelvo con el ejemplo de la deuda, algo que pudieras dejar de hacer es usar tus tarjetas de crédito (y más cuando tienes más de 1), págalas y deshazte de ellas. Muchos me dirán que no es tan fácil como se lee, pero la verdad es que cuando lo escribes y lo tienes en conciencia, ya has dado un gran paso para que esto sea posible.

Si estás saliendo de una crisis espero que te regales la oportunidad de hacerte estas 4 poderosas preguntas, y si no es tu caso, guárdalas porque seguramente en algún momento las necesitarás.

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