¡Hola Inspirad@! ¿Cómo va tu semana?
Te escribo desde el paradisíaco Cancún. Mi destino favorito para vacacionar. Aunque ahora vengo en plan laboral. Y también tiene su encanto.
De hecho, estoy a unos minutos de subirme al escenario para dar mi taller «Servir con propósito» en la convención nacional de una afamada cadena de restaurantes a nivel internacional.
Compartiré información valiosa (de verdad, oro molido) sobre cómo se puede contribuir más y mejor a un equipo de trabajo, a los clientes y a la comunidad. Estoy seguro de que será una gran experiencia para todos.
Uno de los conceptos de los que hablaré el día de hoy, es el de: «Para merecer, hay que hacer».
Te explico:
Muchos creen que los grandes sueños y proyectos surgen por arte de magia o gracias al destino o a la suerte. Nada más equivocado. Incluso, aunque pareciera que te cae el pan del cielo, necesitas estar en el momento adecuado y listo para recibirlo.
Si tu quieres cosechar grandes cosas en tu vida, hay que tener la misma pasión, la habilidad y la perseverancia para sembrar lo mismo. No puedes pedirle peras al olmo.
Te pongo un ejemplo típico: Muchos se quejan de que este año no fue el que esperaban o deseaban. Pero cuando les pregunto qué fue lo que hicieron completamente diferente al anterior, la mayoría responde con un contundente NADA.
¿Quieres cosas nuevas y mejores en tu vida? ¿Crees que te las mereces?
Entonces…
¡TRABAJA! ¡HAZ QUE SUCEDA! ¡PIDE AYUDA! ¡PRACTICA! ¡APRENDE! ¡ARRIÉSGATE! ¡CÁETE! ¡LEVÁNTATE! ¡Y VUELVE A TRABAJAR!
Nadie ha logrado todo lo que soñaba sólo por guapo (ni Brad Pitt), por ser buena gente o por pensar todo el día: «Merezco abundancia».
Y sí, sí nos merecemos lo mejor. Pero no olvidemos que para llegar a donde queremos, hay que TOMAR ACCIÓN.
Y tú, ¿qué es lo que necesitas hacer HOY, y que has estado postergando, que te ayudará a llegar a donde tanto anhelas?
Cuéntame.
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Te mando un fuerte abrazo a la distancia. Nos leemos pronto.